Cuando acaban me quedo nadando un rato, que es lo que me gusta, lo que siempre me gustó.
Sumergida en ese azul, en el que suelo sumergirme buscando aislarme y relajarme, siempre tengo un momento en el que imagino que estoy sumergida en mi azul de los últimos años. Me imagino que, al levantar la cabeza para respirar, la piscina será enorme, habrán gaviotas en el borde bebiendo del agua, el solarium estará lleno de tumbonas azul eléctrico, y más allá, el mar Mediterráneo.
Entonces la piscina se convierte en la máquina teletransportadora que siempre quise, la que siempre esperamos.
El agua es el medio.
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El agua es el medio.
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6 comentarios:
Que leeeeeendo!!!
Saludos desde alla!
qué parte de 'te odio' no entendés?
lo siento, no soy muy madura
la magia cotidiana!
lindoooo!
Ahora hace frío, pero por la playa se pude pasear igual. Yo también soy de las piscinas San Sebastián, seguro que nos vimos y no nos dimos cuenta. Volvé, nena!
muy lindo momento
Gracias :)
Pero lindo, lindo, sería teletransportarse
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